
Todo entorno educa, todo lo que nos rodea es una forma silenciosa de enseñanza. Las fuentes sociales del individuo están inmersas en el entorno en el que nace, todo ambiente es educador puesto que dice su palabra al individuo.
La tarea de la enseñanza del docente supone en un principio que como adulto revise y amplie su propia mirada acerca del entorno en que enseña, es decir volver a mirar el ambiente con otros ojos.