La Educación Preescolar, mediante sus propósitos educativos permite el desarrollo de competencias, compuestas por capacidades (cognitivas, físicas, lingüísticas, afectivas y sociales), que incluyen conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas; que el niño podrá desarrollar mediante el diseño de actividades didácticas destinadas al aprendizaje. Propiciando a que estos tengan un desarrollo integral, lo cual da pauta para ir sentando las bases para sus aprendizajes posteriores, por lo tanto, frente a esto, el docente tiene una importante serie de acciones a realizar para el desempeño de su labor. Como docentes en formación es importante contar con los conocimientos necesarios que permitan realizar una buena intervención educativa respondiendo a los propósitos planteados.
Un aspecto importante es el conocimiento general y de aspectos específicos del contexto social en el cual desarrollamos nuestra práctica, porque lo primero que debemos hacer es conocer el lugar donde se encuentra ubicado el jardín de niños, para lo cual al tener ya indicadores específicos de observación y entrevista, los cuales nos apoyan a recuperar información para saber cómo es la zona, de que tipo, cuáles son las principales características del mismo, el nivel de vida de las personas, a qué se dedican, cuáles son sus costumbres y tradiciones, etc., para aterrizar toda esa información y saber de que manera influye positiva o negativamente en los niños de la escuela en la que estemos inmersos.
Las actividades de acercamiento a la práctica escolar permiten conocer la complejidad del trabajo docente, ya que, de manera gradual hemos experimentando el trabajo en grupos del nivel preescolar y puesto en práctica acciones docentes que permiten desarrollar las competencias necesarias para conocer a los niños (realizar un diagnóstico), comunicarse con ellos, organizar al grupo para el trabajo, diseñar y aplicar actividades didácticas para propiciar el desarrollo de los mismos, en distintos campos de formación al seleccionar y utilizar materiales educativos etc., y muchas otras acciones que dan pauta a una experiencia formativa que favorece la conformación de un estilo propio de docencia.
Un aspecto importante es el conocimiento general y de aspectos específicos del contexto social en el cual desarrollamos nuestra práctica, porque lo primero que debemos hacer es conocer el lugar donde se encuentra ubicado el jardín de niños, para lo cual al tener ya indicadores específicos de observación y entrevista, los cuales nos apoyan a recuperar información para saber cómo es la zona, de que tipo, cuáles son las principales características del mismo, el nivel de vida de las personas, a qué se dedican, cuáles son sus costumbres y tradiciones, etc., para aterrizar toda esa información y saber de que manera influye positiva o negativamente en los niños de la escuela en la que estemos inmersos.
Las actividades de acercamiento a la práctica escolar permiten conocer la complejidad del trabajo docente, ya que, de manera gradual hemos experimentando el trabajo en grupos del nivel preescolar y puesto en práctica acciones docentes que permiten desarrollar las competencias necesarias para conocer a los niños (realizar un diagnóstico), comunicarse con ellos, organizar al grupo para el trabajo, diseñar y aplicar actividades didácticas para propiciar el desarrollo de los mismos, en distintos campos de formación al seleccionar y utilizar materiales educativos etc., y muchas otras acciones que dan pauta a una experiencia formativa que favorece la conformación de un estilo propio de docencia.
